Unas formaciones basálticas hexagonales (Kirkjugólf):
(que son prescindibles sin andas mal de tiempo...)
Algunas cascadas muy interesantes:
Finalmente llegamos a alquilar las motos de nieve. Hay que conducir unos 20 minutos por un camino de tierra, puede hacerlo un turismo, pero con cuidado.
El precio de las motos es excesivo: 170 euros 1 hora si vas solo o 115 euros si viajas en pareja (conduce 30 minutos cada uno). En realidad es algo menos de tiempo y no te dan gafas de ventisca, ni guantes impermeables adecuados. Si vas a hacerlo recuerda llevarlos y haz caso omiso si te dicen que no son necesarios (si el tiempo lo aconseja, claro). Los islandeses son muy atrevidos, pero nosotros sufrimos más que disfrutamos, por la tormenta que había. También enciende la calefacción del manillar, ¡lo agradecerás!
Aquí explican también la experiencia:
Motonieve en un glaciar
Posteriormente fuimos a comer a Vik (a uno de los dos restaurantes que hay...). Pide, como en todos los lados ¡sopa del día!
La playa en Vik bien vale una visita.
Cerca de allí hay un spot de avistamiento de frailecillos, aunque según el tiempo es un poco más sencillo o complicado verlos.
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