Reijkiavik

Nuestro vuelo llegaba a Keflavik (aeropuerto internacional de Reykjavik) alrededor de las 23.00 prodecente de Londres, lo cual es bastante tarde para Islandia, pero aún había algo de luz y autobuses, ya que hay líneas para todos los vuelos. El billete de ida y vuelta a la ciudad (a la puerta del hotel, con transbordo, si está en su lista) sale por unos 20 euros, tarda casi una hora. Sin embargo para la vuelta puedes pensar en otra compañía que te recoge en el hotel por unos 12 euros y te lleva sin transbordo, aunque la que cogimos funciona bastante bien.

Alojamiento Reykjavik

Nos alojamos en el Fosshotel Baron que habíamos reservado con hotelopia. La verdad es que muy bien, la habitación triple muy espaciosa, con la cama supletoria de matrimonio, con mesa, nevera cocina...la única pega es que se olvidaron de despertarnos cuando vinieron a buscarnos la agencia del coche de alquiler por la mañana.

El agua caliente de la ducha huele a azufre, pero es natural, esto pasa en todo el oeste de Islandia, ya que el agua proviene de manantiales subterráneos naturalmente calientes.

Cena

Hay que tener cuidado, el horario islandés es estilo anglo y es difícil cenar a partir de las 22h. Intentamos cenar 8 personas en el desagradable Pritz en Laugavegur, la calle donde está la poca marcha y animación de Reikjavik. Después de 30 minutos esperando el camarero nos informa de que no les queda comida (?) y que no pueden servirnos. Acabamos en el italiano calle arriba, donde también nos echaron en cuanto acabamos de cenar, sobre las 23.30.